Nuevo Capitalismo en Japón: ¿continuismo o ruptura?

Pregunta: Fumio Kishida ha propuesto el concepto de un «Nuevo Capitalismo». ¿Qué significa? ¿En qué se diferencia de las políticas económicas de Shinzo Abe?

Respuesta: A día de hoy, todavía hay mucha gente descifrando qué es este «Nuevo Capitalismo». Kishida ha dado varias entrevistas para explicarlo pero todavía no está muy claro. La expresión describe un círculo virtuoso de crecimiento y distribución. En ese sentido, la distribución sería la clave, o más bien la redistribución. No sólo prestar atención al crecimiento, que va más en línea de Abenomics, sino también a la redistribución, sobre todo en lo que se refiere a los salarios. Kishida quiere abordar el círculo vicioso de competencia de precios y espiral deflacionaria que Japón ha experimentado en los últimos 20 años. Creo que esta es la manera que tiene el PDL de reconocer que Abenomic tenía problemas: se ha conseguido un cierto crecimiento, la política monetaria ha funcionado, pero la gente sigue teniendo la impresión de que no se ha atendido a sus necesidades.

La pandemia ha empeorado todo, así que centrarse en la redistribución fue vital para las elecciones de octubre. Esto es un tema recurrente entre los partidos liberales, la manera en la que el PDL se apropia de las propuestas de la oposición para construir una buena plataforma electoral.

Temas como la economía digital, la economía verde, las exenciones fiscales a las empresas que suban los salarios… todavía tenemos que ver cómo va a funcionar esto exactamente. Creo que el propósito político es dejar claro que esto ya no es Abenomics, sino algo mejor.

Pregunta: Kishida ha subrayado la necesidad de redistribuir la riqueza, por ejemplo con un llamamiento a subir los salarios. ¿Cómo puede abordar esta cuestión el gobierno japonés?

Respuesta: Sería positivo, pero la pregunta es si Japón puede acometer esto. Si el gobierno japonés quiere abordar este tema de manera seria, tiene que cambiar toda la estructura laboral del país. En torno a un 60% de los trabajadores están en un sistema prácticamente vitalicio, en el que casi no hay posibilidad de ser despedido ni unas condiciones contractuales claras. Los salarios están basados en la veteranía, las empresas contratan lotes de trabajadores jóvenes cuando se gradúan. Este paradigma, muy prototípico de los 90, está cambiando, pero no del todo, y especialmente no en las grandes empresas.

A menos que se desmantele toda la estructura laboral, será muy complicado subir los salarios porque, para mantener dicha estructura, que es muy costosa, debe haber trabajadores irregulares que cobran una tercera parte por empleos similares. Muchos de estos trabajadores irregulares son mujeres. Si el gobierno y la sociedad japoneses van en serio con esto, esta estructura hay que desmantelarla. Hay conversaciones sobre el tema, KeidanRen [nota: la principal patronal japonesa] suele hablar de esto, pero no veo que vayan en serio. Hacer retoques puede ayudar, pero no estoy segura de que vaya a haber cambios fundamentales.

No soy muy optimista en este momento. No he visto nada que aborde esta estructura de manera fundamental. Además, un cambio así implicaría el despido de mucha gente y muchas pymes posiblemente tendrían que cerrar. El gobierno japonés está muy preocupado por el desempleo, entre otras cosas porque no se han incrementado las provisiones sociales que ayudarían a los desempleados, sobre todo porque hablamos de gente mayor. Sería políticamente suicida para el PDL, no creo que lo vaya a hacer.

Pregunta: Kishida también anunció una subida del impuesto sobre la renta financiera, pero dio marcha atrás muy rápido por temores a un impacto negativo en los mercados bursátiles. ¿Cree que lo volverá a intentar pronto?

Respuesta: No creo que veamos una medida en el mismo formato, la reacción negativa fue inmediata y bastante seria. El mercado bursátil debe ir al alza, poner eso en peligro significaría poner en peligro el crecimiento. Kishida quiere conservar lo positivo de Abenomics, y mantener el mercado bursátil al alza es parte de eso. No creo que vaya a intentar algo así de nuevo porque pondría en peligro el crecimiento económico.

Pregunta: En una intervención reciente en el Foro Económico Mundial, Kishida también subrayó la necesidad de apostar por una economía más verde y digital. Esta retórica va en línea de lo que se está haciendo en la Unión Europea, donde los paquetes de estímulo ponen mucho énfasis en estos dos pilares. ¿Qué opina de los planes de Kishida para facilitar una transición verde y digital para la economía japonesa?

Respuesta: En relación con la transición verde, creo que el gobierno va muy en serio, pero al mismo tiempo hay señales contradictorias. Por un lado, Japón quiere alcanzar un marco de emisiones cero en 2050, pero por el otro se siguen construyendo centrales de carbón. Kishida incluso se llevó el premio al «Fosil del Día» durante la última cumbre COP26. Japón es potente en tecnologías de hidrógeno, que no son necesariamente muy limpias en la fase de generación. En resumen, se habla mucho pero no estoy segura de hasta dónde quieren llegar de verdad.

Además, el sistema económico japonés tiene una tendencia muy fuerte de mantener lo que ya existe. Y lo que ya existe suele oponer resistencia a los cambios. Es complicado desmantelar estructuras viejas, y construir sobre lo ya existente no es sencillo en el campo de las tecnologías verdes. Creo que el gobierno es consciente de la seriedad del asunto, pero es cuestionable la rapidez con la que vaya a hacer lo que hay que hacer.

En cuanto a la economía digital, Japón debe trabajar en ello. Japón da una impresión de país tecnológico a los extranjeros, pero si vas allí te das cuenta de que se sigue utilizando el fax. Mucha gente mayor no usa ni smartphones ni ordenadores. Hay una enorme resistencia al trabajo en remoto porque todavía se usan sellos físicos para aprobar tareas, así que tienes que estar en la oficina. Son costumbres antiguas que tomará mucho tiempo cambiar.

Japón está rezagado en muchas nuevas tecnologías así que sí, es una oportunidad, pero de nuevo tenemos que ver la seriedad con la que se aborda esto. El campo digital quizás es más fácil que el verde, hay más campos en los que no es necesario demoler todas las viejas prácticas, pero de momento Japón va por detrás de la Unión Europea, Estados Unidos y otros muchos países.

Pregunta: Finalmente, ¿Cuál es su predicción general para la economía japonesa en 2022? ¿Comenzará la recuperación?

Respuesta: Japón cuenta con un paquete de unos 668 mil millones de dólares para estimular la economía, pero evaluando el gasto hasta ahora, no creo que podamos tener muchas esperanzas de una recuperación rápida. Espero que esta crisis sea una oportunidad para cambios estructurales. El gobierno se ha comprometido a invertir estos recursos fiscales en las transiciones verde y digital, pero de momento no hemos visto nada.

Mi impresión es que Japón se recuperará, pero a un ritmo más lento que otras economías con paquetes serios de estímulo, como Estados Unidos o el Reino Unido. Puedo ver una recuperación, pero no algo milagroso. Una recuperación lenta, pero espero que traiga nuevas maneras de trabajar, producir y distribuir la riqueza. Japón no es tan desigual como muchos otros países, pero sigue habiendo un segmento significativo de la población que está en situación de pobreza, sobre todo mujeres solteras con hijos. Estas cuestiones tienen que ser una prioridad para garantizar el bienestar social.