«No todos los países son tan fiables como Japón y España»

Eduardo Serra es presidente de NTT Data EMEAL, resultado de la fusión entre Everis y NTT Data EMEA. Serra fue ministro de Defensa entre 1996 y 2000. También presidió el Real Instituto Elcano entre 2001 y 2005.

Actualmente, también está al frente de la patronal tecnológica DigitalES, que agrupa a las principales empresas del sector de la tecnología y la digitalización en España.

Hablamos con él del proceso de absorción de la histórica consultora Everis por parte de NTT Data, de los retos de la digitalización en el mundo de hoy y de las complementariedades entre España y Japón.

Pregunta: Everis dejó de existir como marca el año pasado, pasando a llamarse NTT Data, que adquirió la empresa en 2014. ¿Cómo fue este proceso de integración en un gran grupo japonés?

Respuesta: Nosotros en 2014 pensábamos que sería bueno tener un socio tecnológico y financiero, y manejábamos alternativas diferentes: europeo, hindú, chino, japonés… como el origen de Everis había sido una empresa japonesa, que es Fujitsu, el entonces presidente y fundador, Fernando Francés, entendió que la mejor opción era una empresa japonesa, y se entró en conversaciones con NTT Data, que finalmente adquirió el 100% del capital.

Pregunta: ¿Supuso esta integración un reto para ustedes en lo referente a cultura empresarial? ¿Qué diferencias y similitudes hay entre las empresas españolas y japonesas en este sentido?

Respuesta: Creo que no ha sido un proceso suave pero tampoco penoso. Las culturas japonesa y española tienen, a mi juicio, grandes similitudes, y también grandes diferencias. La principal similitud es que tanto Japón como España somos dos países antiguos y serios que cumplimos los compromisos, o por lo menos queremos hacerlo, y en ese sentido ha sido muy cómodo.

Por el contrario, Japón es un país oriental. España, aunque es periférico, sin duda es un país occidental. A lo largo de la historia, las sensibilidades de Oriente y Occidente no han sido las mismas. Yo creo que España, incorporada de manera tardía al mundo capitalista occidental, tiene una tendencia a mirar al mercado. Una grandísima corporación como es NTT Data, que en su momento fue pública, tiende a mirar hacia arriba, a cuáles son las instrucciones, que es la manera en la que las grandes corporaciones pueden funcionar.

Pero además Everis, una empresa joven, fundada en 1996 y que se nutre de talento, fue muy consciente de que había que tratar al trabajo, en relación con el capital, de manera diferente a como se había venido haciendo. Y tratarlo mejor. Desde los inicios del capitalismo, toda la ventaja había estado del lado del capital, al trabajo suficientemente se hacía con pagarle un sueldo.

Ahora las cosas son distintas, y más en una empresa basada en el talento. La gente ya no solo quiere un sueldo. La gente quiere unas condiciones de trabajo, otras cosas. Y además, en un mundo en el que vivimos, la competencia está al acecho para llevarse a la gente con mejores sueldos o condiciones.

La integración de una empresa que mira al mercado y una empresa que mira, sobre todo, hacia arriba, no siempre fue fácil. No lo ha sido, pero tampoco penosa. Es de agradecer la comprensión japonesa hacia las necesidades especiales derivadas de la cultura de la antigua Everis. No tanto la cultura de Everis, sino la cultura occidental. Y si ellos quieren triunfar fuera como han triunfado en Japón, es leal por nuestra parte decirles cuáles son los requerimientos para triunfar aquí.

Pregunta:  NTT Data es una de las principales empresas mundiales de tecnologías de la información. Vivimos en un momento clave de transición digital, en el que la digitalización de nuestras economías será clave para salir de la actual coyuntura. ¿Cómo cree que afrontarán España y Japón este proceso?

Respuesta: Creo que hay que distinguir. Es verdad que vivimos en un mundo que se está digitalizando a marchas forzadas, pero hay que distinguir dos planos. Uno es el de la economía en general: todo el mundo se tiene que digitalizar; empresas de todos los tamaños, administraciones públicas, las familias, las personas individuales.

Y otro plano es el de las empresas que hacen la digitalización. NTT Data, desde luego, es una empresa que hace la digitalización. Por tanto, una de sus principales misiones es acelerar el proceso de digitalización en la entera economía. Para nosotros, es un must. Realmente, los resultados del ejercicio pasado lo consagran: hemos tenido resultados récord en la historia. Vamos por el camino correcto.

Pregunta: También queremos preguntarle por España como nodo de comunicaciones en el sur de Europa. Recientemente, NTT Data ha abierto en Madrid su primer centro de datos en Europa meridional. ¿Qué supone esto para el grupo y para la estructura de NTT Data en España?

Respuesta: Yo creo que soy optimista: a España le esperan unos años de bonanza. Tenemos una población que no es muy buena en previsión, pero somos muy buenos en improvisación. Y son tiempos en los que se demanda mucha improvisación. Somos periféricos, el país de Europa más cercano a América y África. Esto hace que estemos acostumbrados, en el presente y en nuestra historia, a tener relación con otras culturas.

En nuestros tiempos de enseñanza primaria aprendimos que los fenicios, griegos, cartagineses, romanos, suevos, alanos, vándalos, árabes… vinieron aquí. Aquí ha venido todo el mundo. Machado decía, hablando de los andaluces, que todo lo ganaron y todo lo perdieron. Hemos tenido relaciones con todo el mundo. No somos conscientes de lo que se nos aprecia fuera de España por nuestra experiencia internacional.

Pregunta: En su opinión y experiencia ¿Cómo nos ve Japón? ¿Somos un país atractivo para la inversión y los negocios? ¿Cuáles son nuestros activos?

Respuesta: Yo creo que sí. Una prueba es esta. Tuve mis épocas, hace 40 y tantos años en el INI, en las que ya tuve contactos con empresas japonesas, y yo creo que tenían una gran admiración y simpatía por el pueblo y la cultura españolas. Esto se refleja en inversiones como las que estamos comentando.

Pregunta: ¿Cuáles cree que serán los principales retos que enfrenten las economías española y japonesa en el mundo post-COVID? ¿Qué reformas deben acometer para estar mejor preparados ante el mundo que viene?

Respuesta: Hay muchas reformas que acometer, pero creo que la más importante es adaptarnos rápidamente a un mundo que ha cambiado. Creo que la pandemia y el conflicto de Ucrania están llevando a la convicción de que Occidente no puede ir simplemente al sitio más barato, porque a lo mejor se interrumpe la cadena logística ante una falta de confianza con países que se conocen de más antiguo. Yo creo que esto va a suponer, si no un parón, sí un frenazo a la globalización.

Creo que el mundo va a regionalizarse, y si se regionaliza, países como Japón, que ha salido desde hace más 100 años al exterior y tiene una gran experiencia; y países como España, que tenemos mucha experiencia internacional, deben llevar la adelantada en este proceso al que nos han conducido tanto la pandemia como lo de Ucrania.

Pregunta: Y como corolario final, en la Fundación Consejo España Japón cumplimos 20 años intentando acercar nuestros dos países. ¿Cómo ve el futuro de las relaciones bilaterales en 20 años?

Respuesta: Yo estoy muy convencido de que van a ir bien. Al principio dije que somos países fiables: eso, en momentos como los actuales, es una cualidad muy necesaria, incluso imprescindible. No todo el mundo es lo fiable que son Japón y España. En un mundo en el que se intensifican las relaciones internacionales, aunque haya un parón, esta fiabilidad va a hacer que las relaciones mejoren. Ese, por lo menos, es nuestro deseo.