«Los Acuerdos de Libre Comercio son una gran herramienta para negocios e inversión»

En 2021 se han cumplido dos años desde la entrada en vigor del Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y Japón. Este acuerdo supuso una reducción de las barreras a la exportación de numerosos productos, entre ellos el de los componentes de automoción. Para el sector del automóvil, tras dos años, ¿qué balance se puede hacer?

El Acuerdo de Libre Comercio entre la UE y Japón entró en vigor en febrero de 2019, en un contexto de partida en el que España había cerrado 2018 con un volumen de exportaciones a dicha economía de 296 millones de euros, que supuso una caída de casi un 5% respecto a 2017 y siendo el 8º principal socio del sector, si consideramos a la UE como un bloque.

En base a las cifras de exportación, la entrada en vigor del ALC con Japón no se ha traducido en un estímulo de crecimiento del volumen de exportaciones a dicho mercado, ya que 2019 se cerró con una contracción de estas de un 10% y en 2020, que merece una mención aparte debido a los efectos disruptivos de la pandemia, las exportaciones registraron un descenso del 37,6% respecto al año anterior.

No obstante, 2021 se ha iniciado con un fuerte dinamismo de los proveedores españoles de automoción en dicho mercado, con un cierre del primer cuatrimestre con una tasa interanual de crecimiento del 26,5% respecto 2020 y del 1,4% respecto a 2019.

¿Cree que a nivel regulatorio aún quedan pasos por dar o áreas en las que trabajar para facilitar el comercio de componentes de auto con Japón?

Ciertamente uno de los principales beneficios del EPA es la eliminación de barreras técnicas y obstáculos no arancelarios, que, en una economía como la japonesa, y en un sector tan regulado como es la automoción, suponían claras dificultades para la fluidez en los intercambios comerciales de los proveedores europeos. Toda implantación de un EPA conlleva un marco temporal para la aplicación y equiparación de normativas.

Japón es uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, con varias marcas de referencia global. ¿Cómo valora la posición de los fabricantes europeos (y españoles) de componentes en el país?

Japón es uno de los principales actores del sector automoción a nivel global, siendo el tercer principal productor de vehículos, y contando con marcas líderes tanto en la fabricación de vehículos como de componentes, en cuyo mercado operan las principales marcas del sector.

Como ejemplo de la relevancia del mercado y de nuestro sector, me gustaría destacar que la primera instalación industrial productiva de España en la economía japonesa vino de la mano precisamente de uno de los principales fabricantes españoles de componentes para automoción.

No obstante, en un mercado tan competitivo y con un elevado nivel tecnológico como es el japonés, aún queda un largo recorrido para fortalecer e incrementar la cuota de mercado de los proveedores españoles de automoción.

¿Cómo cree que influye la apertura comercial, frente al proteccionismo, en el crecimiento económico y la creación de empleo?

Los Acuerdos de Libre Comercio son una de las mejores herramientas para fomentar las oportunidades de negocio e inversión entre economías, si no uno de los principales ejes para el incremento y desarrollo de las industrias de los firmantes, de tal forma que la creación de comercio estimula claramente la generación de riqueza y empleo en los países implicados.

En un tono más general, la compraventa de bienes de consumo, entre ellos los automóviles, ha sufrido un duro golpe con la pandemia de COVID-19, aunque muchos indicadores empiezan a apuntar señales de recuperación. ¿Qué perspectivas tiene el sector a medio plazo?

Aunque las condiciones macroeconómicas van a mejorar en 2021, no se espera que las ventas vuelvan a los niveles de 2019 durante este año. Existe un repunte esperado en los mercados globales de automoción, pero los efectos de la recesión en ciertas economías afectarán negativamente a las ventas de vehículos y al mercado del recambio.

Regiones como el Sudeste Asiático, cuyos mercados están liderando la recuperación de la industria, basada en el fortalecimiento de la demanda interna, contribuirán a las cifras de exportación del sector. Además, los mercados europeos, donde se espera que las ventas de vehículos se recuperen paulatinamente, permitirán a los proveedores de automoción volver al crecimiento económico.