Alicia García Herrero, economista jefe de Asia-Pacífico en NATIXIS, Senior Fellow en Bruegel e investigadora senior asociada del Real Instituto Elcano, analiza las implicaciones económicas y geopolíticas de la reciente firma del Asociación Económica Integral Regional (RCEP) en un Webinar organizado por Casa Asia, y las Fundaciones Consejo España Japón; España China; España Australia, con la colaboración de Política Exterior. El encuentro contó con más de 100 asistentes.
El Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP), fue firmado el pasado día 15 de noviembre de 2020 después de ocho años de negociaciones. Se trata del Tratado de Libre Comercio (TLC) más grande del mundo, dando cobertura a un mercado de 2.200 millones de personas, aglutinando el 30 % de la población mundial y casi el 30% del PIB mundial. Agrupa a los 10 miembros de la ASEAN (Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam) y a los cinco socios del TLC de este bloque (China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda).
Según la economista Alicia García Herrero, el acuerdo, aunque poco ambicioso en lo comercial - básicamente se trata de un acuerdo de primera generación que reduce aranceles-, es extremadamente significativo desde el punto de vista geopolítico. Supone una señal clara de un creciente proceso de integración regional exclusivamente asiático, a diferencia del malogrado TPP, Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, que pretendía unir las dos cuencas – asiática y americana – del Pacífico, impulsado por EEUU y sin participación china.
La retirada de EEUU, país patrocinador del TPP, con la llegada de la Administración Trump, dejó un vacío de liderazgo que China ha sabido aprovechar, reimpulsado la conclusión del RCEP. El contexto de crisis económica generada por la pandemia del Covid19, y la necesidad de las economías asiáticas de buscar estímulos para el crecimiento económico, han favorecido, sin duda, la conclusión del acuerdo, que marca la pauta de futuro en la región asiática, según la experta. “Asia no espera a Biden”; EEUU y Europa se quedan así lejos de los grandes acuerdos comerciales en una región, que está llamada a ser la que experimente mayores crecimientos económicos en los próximos años.
“El RCEP es un acuerdo más político que económico” en palabras de la ponente, y los grandes ganadores son en su opinión, China, especialmente en el plano geopolítico, junto con Japón y Corea, en el económico. Se trata, según expone, de tres economías con grandes inversiones en los países del sudeste asiático, a los que se extienden sus cadenas de valor y en los que tendrán una mayor influencia económica en el futuro. “Es un juego de integración a largo plazo”, según la economista.
A la pregunta de en qué claves debe leer Europa este acuerdo, y cómo debe impulsar su acceso a la región, la economista argumentó que la UE debe abandonar “la idea romántica” de una vuelta al multilateralismo con la llegada de la administración Biden, recordando que Obama ya planteó el TPP sin Europa. Europa debe ser más ambiciosa en la región y optar por grandes acuerdos comerciales. Una opción sería negociar un acuerdo de libre comercio con India, que decidió quedar fuera del RCEP por temor a la competencia del sector manufacturero chino, aunque puede solicitar sumarse con posterioridad. Otra, intentar negociar algún gran acuerdo con ASEAN, o incluso sumarse al CCPTPP, acuerdo heredero del TPP impulsado por Japón, con 11 países signatarios, entre ellos, Vietnam, Malasia, Singapur, Australia y Nueva Zelanda.
En todo caso, la experta abogó por el desarrollo de una política propia de la UE hacia Asia que defienda sus propios intereses, ante la previsible expectativa de EEUU de atraer a Europa hacia sus posiciones respecto a China. En ese sentido, Alicia García Herrero subrayó la necesidad de que Europa fortaleza su posición negociadora frente a China. Para ello, consideró imprescindible dotarnos de independencia tecnológica en las tecnologías y capacidades más estratégicas para el futuro desarrollo económico, como en Inteligencia Artificial, 5G, semiconductores, etc.
Matizó que “no se trata de proteccionismo”, sino de poder mantener la renta per cápita Europa gracias a sectores de alto valor añadido, como los de tecnología industrial, y el sector servicios asociados a esas industrias, que es donde van a observarse las mayores tasas de productividad. Europa necesita una política industrial que apueste por la innovación. “Aunque no existiera competencia estratégica entre EEUU y China, Europa tendría que intentar ser independiente tecnológicamente en su propio interés”. La economista concluyó su intervención subrayando la necesidad de Europa de buscar grandes mercados, como India, y grandes acuerdos comerciales regionales en Asia.